En invierno nuestra piel se somete a pruebas especiales. El clima frío, los cambios repentinos de temperatura exterior e interior, el aire seco durante la temporada de calefacción: todos estos factores pueden afectar negativamente al estado de la piel. Sequedad, descamación, enrojecimiento y tirantez son solo algunos de los síntomas que experimenta la piel durante el invierno. Es importante recordar que el cuidado adecuado de la piel durante la temporada de frío requiere atención y un enfoque individual. En este artículo te contamos cómo hidratar y restaurar tu piel en invierno, qué productos y hábitos te ayudarán a mantener su salud y belleza.
¿Por qué la piel se seca en invierno?
En invierno la piel se enfrenta a diversos problemas. En primer lugar, el aire frío reduce los niveles de humedad, lo que conduce a la deshidratación de la piel. En segundo lugar, los cambios de temperatura cuando salimos a lugares fríos y luego entramos en habitaciones con calefacción también contribuyen a la pérdida de humedad. Como resultado, la barrera natural de la piel se altera y ésta pierde su capacidad de retener la humedad, lo que provoca sequedad, picazón y descamación.
Además, durante el período invernal, a menudo se utilizan limpiadores más agresivos, como jabón y peelings fuertes, que pueden irritar aún más la piel y alterar sus funciones protectoras.
Para ayudar a tu piel a retener la humedad y restaurar su barrera, es importante centrarse no solo en una limpieza adecuada, sino también en una hidratación, nutrición y protección intensivas.
1. La hidratación es una prioridad máxima en invierno.
En invierno, el aspecto principal del cuidado es mantener los niveles óptimos de hidratación en la piel. Para mantener tu piel hidratada, necesitas utilizar productos que la ayuden a retener la humedad y restaurar sus funciones de barrera.
¿Qué cremas hidratantes son mejores para usar en invierno?
Cremas y serums con ácido hialurónico. El ácido hialurónico es un humectante natural que ayuda a la piel a retener la humedad. Penetra profundamente en la epidermis hidratándola desde el interior. Elige productos con ácido hialurónico en su composición para una hidratación profunda.
Cremas con ceramidas. Las ceramidas son moléculas que ayudan a fortalecer la barrera protectora de la piel y a retener la humedad. Son ideales para pieles secas, proporcionando restauración de su estructura y funciones barrera.
Productos con vitamina E. La vitamina E tiene propiedades antioxidantes, ayuda a proteger la piel de factores externos agresivos y favorece su regeneración.
Aceites para rostro y cuerpo. En invierno, tu piel necesita nutrición extra, por lo que aceites como la manteca de karité, el aceite de oliva o el aceite de argán son excelentes opciones para el cuidado nocturno. Ayudarán a sellar la humedad en la piel y evitarán que se seque.
Bálsamos y geles corporales con componentes hidratantes. La piel seca no sólo del rostro, sino también del cuerpo, especialmente en invierno, requiere una hidratación adicional. Los geles y bálsamos con glicerina, aloe vera o aceites son adecuados para mantener la suavidad y la hidratación.
2. Hidrátate desde dentro: No olvides beber agua
Es imposible mantener los niveles normales de hidratación de la piel sin cuidar la hidratación interna del organismo. La falta de agua en el cuerpo puede provocar que incluso los humectantes más caros no funcionen a plena capacidad.
Recomendaciones para hidratar desde el interior:
Bebe más agua. En invierno a menudo nos olvidamos de beber agua porque no tenemos tanta sed como en verano. Sin embargo, el cuerpo continúa perdiendo humedad y nuestra piel sufre deshidratación. Intente beber al menos 1,5-2 litros de agua al día.
Bebidas hidratantes. Una infusión tibia de té de hierbas o de rosa mosqueta no sólo te ayudará a calentar, sino también a mantener el nivel de hidratación del cuerpo. Estas bebidas contienen vitaminas y antioxidantes que ayudan a mejorar el estado de la piel.
No te olvides de una nutrición adecuada. Las verduras y frutas que contienen mucha agua (como pepinos, naranjas, sandías) ayudarán a mantener la hidratación interna. También es importante consumir ácidos grasos omega-3 (como los del pescado y los frutos secos), que favorecen la salud de las membranas celulares.
3. Cuidado de la piel del contorno de ojos y labios.
En invierno, la piel alrededor de los ojos y los labios es especialmente susceptible a la sequedad y al agrietamiento, ya que estas zonas no tienen grasa subcutánea y pierden humedad rápidamente. Por lo tanto, es importante tener un cuidado especial con ellos.
Cómo cuidar la piel del contorno de ojos y labios en invierno:
Cremas para ojos con efecto hidratante. En invierno conviene utilizar cremas más oleosas y nutritivas para la zona del contorno de los ojos para evitar la aparición de arrugas secas e irritaciones.
Bálsamos labiales con aceites y vitaminas. Utilice bálsamos labiales hidratantes y reparadores con aceites (como manteca de karité o de coco) y vitaminas. Esto ayudará a prevenir grietas y mantener los labios suaves.
4. Mascarillas hidratantes para el rostro
Una de las formas efectivas de restaurar los niveles de hidratación de la piel es utilizar mascarillas hidratantes. Las mascarillas se pueden utilizar 1 o 2 veces por semana como complemento a los cuidados básicos.
¿Qué mascarillas es mejor utilizar?
Uso en invierno:
Mascarillas a base de ácido hialurónico. Las mascarillas con ácido hialurónico proporcionarán una hidratación intensiva y restauración de la piel, devolviéndole su elasticidad y frescura.
Mascarillas con extractos de plantas. El aloe vera, la manzanilla, la lavanda y otros extractos de plantas tienen propiedades calmantes e hidratantes, que ayudan a calmar la piel irritada.
Máscaras de noche. Estas mascarillas se pueden dejar en el rostro durante la noche. Crearán una barrera protectora y un efecto hidratante que durará hasta la mañana.
5. Mínimo de peelings agresivos
En invierno la piel se vuelve más sensible y vulnerable, por lo que conviene evitar los peelings agresivos y los productos con fuerte efecto exfoliante. El uso de estos productos puede provocar irritación, enrojecimiento e incluso empeorar la sequedad.
Es mejor elegir exfoliantes suaves con ácidos de frutas (AHA), que no alteran las funciones de barrera de la piel y no la dañan.
Conclusión
El cuidado de la piel en invierno requiere atención y cuidado. La hidratación debe ser una prioridad máxima y los limpiadores y exfoliantes agresivos deben dejarse para los meses más cálidos. Para mantener la piel hidratada y saludable, es importante utilizar los humectantes adecuados, mantenerse hidratado internamente y llevar una dieta saludable. Estos hábitos simples pero efectivos ayudarán a que tu piel se mantenga suave y brillante incluso durante los meses más fríos.